sábado, 7 de marzo de 2009

Podría ser verdad...

Él la miró, y de repente se perdió entre sus ojos. Su expresión soñadora, su sonrisa algo bobalicona y transparente dejaban ver que volvía a enamorarse de nuevo.
-Quiero mirarte, disfrutar, contemplarte sin problemas, sin agobios ni tensiones. Quiero encontrar de nuevo a la niña que fue mi novia. Éstás tan guapa como entonces...
Ella se quedó sorprendida. Intuía que pasaba algo pero no se esperaba ese golpe de sinceridad. Le pareció tan enternecedor que no pudo evitar emocionarse. Llevaba tanto tiempo esperando unas palabras así...
Pasaron las horas y de vuelta a casa, en medio de una conversación totalmente ajena, ella se paró, y le dijo:
-Antes... Me dijiste algo realmente precioso. Hacía mucho tiempo que no me decías nada tan bonito.
En el camino, ella pensó: "Sólo por esto, todo merece la pena"...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Por eso y por otras cosas, todo merece la pena.Un beso

maria jesus dijo...

Hay que ver el trabajo que cuesta sincerarse y el bien que se hace cuando uno se decide. Una frase así, cambia la vision de la vida

Luis y Mª Jesús dijo...

Eso es lo que queda entre lo que se pasa y nos pasa. Algo así decía el Profesor Viladrich para referirse al amor entrega/aceptación entre un hombre y una mujer, a ese amor matrimonial que supera los avatares de la vida y los ciclos de los tiempos, que no decae sino que une más frente a las dificultades.
¡Enhorabuena!.
Un beso
María Jesús

Anónimo dijo...

Siempre esos detalles nos llenan de emoción. Que bello es reencontrar aquello con lo que nos enoramoramos y más bello aún encontrar más cosas en el otro para enamorarnos y hacer que crezca el amor.