miércoles, 30 de abril de 2008

Bendita tu luz...

Una canción sobre historias verdaderas... Esta mañana me he levantado romántica! Quienes quiera que seáis... que la disfrutéis!

lunes, 28 de abril de 2008

Ya huele a primavera

Me pasa todos los años, por estas fechas. Suele ser a razón de una vez por año. Voy caminando por la calle, y de repente huelo a primavera.
Es un olor cálido, floral, y sobre todo, un olor de libertad.
Una maravilla que, cuando sucede, me hace sentir como flotando, y se me queda la misma sensación que se le queda a uno cuando, después de un mes encerrado estudiando, termina todos los exámenes, sabiendo que, por lo menos, están todos aprobados.
Es esa sensación de ¿y ahora qué hago? ¿me tomo un helado, me voy al cine, o me doy un paseo?
Un placer que, probablemente dura una sola tarde, pero que es inolvidable. El olor de primavera es uno de los mejores. Hay muchos más. Pero ya los describiré otro día.

jueves, 24 de abril de 2008

Pequeño milagro cotidiano

Pues parece que hoy no va a ser mi mejor día.
Digo yo, porque por la mañana me he encontrado un mail "incendiario" en mi buzón, que me recuerda lo desastre que soy, y lo mal que lo hago todo.
El estómago amenaza con dolerme.
La cabeza amenaza con estallarme de ideas y preguntas.
Lo curioso es que todo se queda en "amenazas".
Porque me he levantado muy pronto para ir a misa.
Y a riesgo de parecer un poco pía y ñoña, cosa que es lo que más odio sobre la tierra... tengo que decir, que tengo una paz que deja a mi estómago y a mi cabeza sin posibilidad alguna de fastidiar.
Vaya, ya lo siento.
Porque hoy no iba a ser mi mejor día.

miércoles, 23 de abril de 2008

La ladrona de libros

Hace tiempo que hablé sobre este libro, y no todo el mundo lo conocía.
Pues bien. La ladrona de libros está escrito por un australiano llamado Marcus Zusak. El libro narra la historia de una niña en la Alemania de los años 30 y 40. Está escrito con ternura, pero con realismo. Con poesía, pero con crudeza.
No quiero extenderme mucho, porque no se me dan bien las críticas literarias. Sólo sé cuándo un libro está bien escrito, y éste lo está. Y sé cuándo un libro me deja alguna huella fuerte, y éste lo ha hecho.
Se lo recomiendo a todo el mundo, desde adolescentes a mayores. Quizá el estilo literario choque al principio, pero es que la narradora del comienzo, al igual que en el final, es un ser peculiar que a nadie dejará indiferente.

martes, 22 de abril de 2008

Problemas en las nubes

Hace ya muchos años, se me ocurrió mirar un día al cielo. Por primera vez, sentí algo que nunca se me olvidó, y que siempre pienso cada vez que estoy tranquila y tengo tiempo.
Aquel día, me di cuenta de que el cielo era inmenso. De que no se acababa, y que detrás de todos aquellos edificios seguía habiendo cielo. Y que tras las fronteras de mi ciudad, de mi provincia y de mi país, seguía habiendo cielo. Y que, pasara lo que pasara, el cielo siempre seguía, inmutable, allá arriba.
En aquel momento, este pensamiento me ayudó a darme cuenta de que mi pequeña preocupación de ese día no significaba nada comparado con la inmensidad del mundo. De que quizá, aquello que me molestaba hoy, mañana estaría olvidado, y que, en todo caso, era muy, muy pequeño. ¿Cuántos problemas habría debajo del cielo? Demasiados como para que mi problema agobiante, en esos momentos, pudiera negarme, al menos, la sensación de que todo pasa.
Por eso, para mí, mirar al cielo inmenso es liberador. Esa sensación me acompaña desde entonces y sinceramente, me considero afortunada por tal descubrimiento.

miércoles, 16 de abril de 2008

Ataque de ternura asegurado

La canción es de Martín Valverde. La canta en todos sus conciertos. Asegurado ataque de ternura mientras ves el vídeo.

martes, 15 de abril de 2008

Qué risa

Ahora recuerdo que el otro día leí que las embarazadas sentían con frecuencia recuerdos especialmente nítidos de su infancia. No, si no soy nada original...

viernes, 11 de abril de 2008

En el autobús

Cuando voy en el bus, creo que pienso incluso más que cuando voy en el metro. En el metro observas más a la gente. Pero en el autobús puedo estar sentada y mirar la calle... que últimamente parece siempre mojada y triste. Eso ayuda a que pueda viajar en el tiempo y recordar, y recordar.
Hoy me ha pasado algo bonito.
Casi no tengo recuerdos de mi cole. Es decir, tengo muchos, pero son recuerdos de personas, sentimientos o situaciones.
Sin embargo, ya casi no recuerdo el día a día. El bocata de la merienda, la ducha de la mañana, los deberes, las libretas y los estuches.
Dicen que la memoria olfativa es poderosa. Yo no sé qué fue lo que lo provocó, pero de repente un olor me trasladó a una clase llena de niñas con uniforme. Todas atentas, mirando a la pizarra, y a la profesora que explicaba.
Fue un recuerdo fugaz, de hecho, ahora sólo describo el "recuerdo del recuerdo". Pero lo sentí, y fue curioso y bonito. Pensé que he tenido una infancia muy afortunada, un colegio maravilloso, y que no me cambiaría por nada del mundo por un colegio bilingue de Madrid con mil ordenadores y conexiones a Internet.
Prefiero la sobriedad de mi colegio centenario, el uniforme que aún hoy hecho de menos cada vez que me enfrento a mi armario, todas las mañanas, y el temor que nos infundían las monjas y profesoras cuando te miraban fijamente por hablar demasiado con tus compañeras.

jueves, 10 de abril de 2008

Cuando el pasado vuelve

El otro día escuché, en boca de un actor famosillo, una frase que me dejó paralizada. Yo no quería escuchar la tele, de hecho, ni siquiera me interesaban aquellas noticias. Pero lo escuché, no pude evitarlo. Y ahora no me borro aquella frase de la cabeza.
Decía el actor: "Cuando uno intenta huir de su pasado, ese pasado vuelve a ti, inevitablemente".
Vale. ¿Quién no tiene un pasado? ¿Quién no ha vivido una etapa en su vida de la que quisiera olvidarse para siempre? ¿Quién no ha hecho locuras, que luego le han pasado factura, y por las que ha tenido que pagar duro hasta que, por fin, una mano invisible le ha sacado de las profundidades?
Yo, desde luego, tengo un pasado. De muchas cosas, no me arrepiento. Pero no soy de esos, ojalá pudiera pensar así, que "no tienen nada de qué arrepentirse". Pues yo sí, me arrepiento porque arrastro heridas de acciones hechas sin pensar, pero con graves consecuencias.
Resulté premiada con una nueva vida. Y nunca habrá palabras suficientes de agradecimiento para ello. Pero resulta que, cuando más feliz debería estar, la sombra de aquel pasado, de aquellos errores, vuelve a aparecer. Encarnado en personas que no tendrían por qué estar ahí, pero que me recuerdan ese pasado del que he huído, y me quitan la paz interior de la que yo creía que disfrufaba.
No sé si soy una extraterrestre.

miércoles, 9 de abril de 2008

Lo que venga, vendrá bien

"Lo que venga, vendrá bien", le dijo mi marido al médico. Y tanto el médico como yo nos quedamos callados, pensando que no podría haberse dicho mejor.
Voy a tener un bebé. Lo sé desde el día de San José. Sí, algo tan bonito no podía conocerse en un día cualquiera. San José me cae bien. Siempre discreto, siempre servicial, pero atrás, como en un segundo plano.
Y sí, lo que venga, como sea, quien sea, de la forma y el color que sea... será lo mejor que nos podía pasar. El otro día escuché a alguien decir que si un hijo llegaba con alguna deficiencia a una familia, era porque Dios quería particularmente a esa familia. Les confiaba a una personita muy especial y era una manera de decirles lo mucho que esperaba de ellos.
Yo no puedo evitar desear que mi bebé esté sano y sea fuerte. Y sea mil cosas más que desearía para él, a quien quiero con una ternura que nunca antes había experimentado.
Pero también sé que aunque naciera de mí un monstruito, aunque tuviera 5 brazos y 3 ojos, sería mi hijo siempre, el mío y el de mi marido, y seguro que no habría nadie más bonito que él. Lo que venga, vendrá bien, porque será lo que Dios quiso para nosotros desde... bueno desde quién sabe cuándo.

miércoles, 2 de abril de 2008

Diario de mi familia

Hace días que lo pensé, pero esto sí que lo he llevado a la práctica.
Estoy escribiendo un diario de mi familia.
No es ni para mí, ni para mi pequeño esposo.
Es para nuestros hijos.
Quiero que sepan cómo se conocieron sus padres, cómo se querían cuando eran jóvenes, y cómo vivieron los nacimientos de... de los hijos que Dios nos quiera dar.
Quizá alguno piense que es muy osado por mi parte creer que voy a tener hijos y que éstos van a leer algún día este diario.
Puede que no lo hagan. Pero su madre escribirá la historia de su familia porque yo creo que mi historia y la de mi recién nacida familia es digna de ser contada. Como todas, claro. Todo el mundo piensa que su vida es especial.
No puedo evitar ver una mano extraña que me conduce a cada paso que doy en la vida. No puedo evitar sentir que al final hay alguien que me quiere inmensamente, y me gusta pensar que todo lo que sucede, sucede por algo.
Antes de casarme, una amiga me regaló un libro en blanco. Me dijo: "A partir de ahora tendrás muchas cosas que escribir".
Y así es. En ese libro escribiré mi diario. No será para mí. Será para mi familia. He comenzado algo y quiero mimarlo. Quiero que sea diferente. Diferente a todo.

Vaya, más de un mes...

Claro, así ¿cómo pretendo que nadie me lea?
Yo quería ser anónima, pero no tanto...
Lo cierto es que se pasan los días, las sorpresas y los disgustos, y no me pongo a escribir.
Y eso que me gusta. Y eso que me acuerdo. Todos los días me acuerdo.
Un día veo a un niño hablando medio en inglés, me hace gracia y pienso "esto podía escribirlo en el blog".
Otro día descubro al jovencillo síndrome de down que vive algunos pisos por encima de mí, y pienso "qué tema tan chulo para mi blog".
Después veo a mi ancianita, vestida de negro, pidiendo limosna en la misma esquina de siempre... (por cierto que ahora que ha llegado el calorcillo, quien sea que la lleva hasta esa esquina ya no lo hace, pues ya no está... debe de ser que si no lleva 5 mantas encima no resulta tan macabro y le dan menos limosna...)
El caso es que pienso. Pienso luego le doy vueltas a la cabeza.
Pero después de terminar como una noria, es evidente que no lo llevo a la práctica.
Qué entrada tan absurda he hecho.