viernes, 28 de noviembre de 2008

Cara a cara



Ayer me pasó una cosa muy rara.
Como casi todo lo que me pasa "raro", tuvo lugar en el bus, que es donde más pienso, junto con el metro.
De repente me entró una necesidad terrible de mirarme a mí misma sin caretas, ni disculpas. De juzgarme, no más duramente que otras veces, pero sí más sinceramente. Lo más sinceramente que fuera capaz.
La sensación no fue muy duradera, pero sí lo suficiente como para darme cuenta de alguna cosa.
Me pregunto si me sucederá más veces.

martes, 25 de noviembre de 2008

Carolina

De mayor quiero ser como Carolina.
Aunque Carolina tenga más o menos mi edad, hoy en día.
Carolina es otra vez un nombre inventado, pero creo que le pega: podría llamarse así.
La he conocido hoy, cuando entré en la farmacia con cara de desesperación.
Detrás del mostrador, un cristal gigante blindado y qué sé yo qué cosas más, había dos mujeres. Una señora mayor, con bata, y una chica monísima, que no hacía más que sonreir, sin bata, algo moderna, muy linda.
Se me acercó la jovencita, a la que yo he llamado Carolina.
Probablemente se me escapó una mueca de disgusto: yo quería que me atendiera la señora mayor. Según mi suegra es muy "apañá", "sabe mucho" y es "muy amable".
Y yo necesitaba a alguien así, que me escuchara, que me diera en forma de lo que fuera algo que le calme el dolor a María y la convierta en un recién nacido normal que duerma algo más que ocho horas diarias...
Pero resultó que Carolina (la hija de la señora mayor "apañá"), me escuchó como hacía tiempo que nadie me escuchaba.
Acostumbrada a que los pediatras me quiten de en medio con todo tipo de explicaciones contradictorias, Carolina no apartó la sonrisa en todo el rato, y me aconsejó como sólo las madres saben hacerlo.
Y es que ella es madre. No me dijo de cuántos niños, pero me dió a entender que más de uno.
Tuvo la paciencia de explicarme de qué estaban compuestos todos los medicamentos que me llevé para María, me aconsejó que comprara ésto, lo otro no... y encima me acabó dando unas muestras de jabón espumoso para el baño... "que huele muy rico". Probablemente se tiró conmigo 15 minutos, escuchándome con todo el cariño del mundo (de verdad que transmitía cariño), y me fui de allí tranquila y sin la desazón con la que entré por la puerta.
Si hay algo que me gusta en esta vida es encontrarme a gente así. Y la suerte de tener un blog para contárselo a quien lo quiera leer...
Yo de mayor quiero ser como Carolina. Por cierto: la farmacia en cuestión está más lejos que cualquiera de las otras tres que tengo al lado de casa. Pero bien vale un paseo, con tal de que me atienda Carolina... o su mamá "apañá".

jueves, 20 de noviembre de 2008

GRACIAS


Gracias, Mª Jesús y Luis, don Enrique, Andrés, Nuevepornueve, Mª Jesús, Carolina, Eva, Boo... todos los que habéis estado pendientes de María!
Es una niña preciosa. Nació el día 11, precisamente (según algún amigo) en la festividad de Santa Maravillas de Jesús. Qué chica, qué presagio... ya nace pegada a la actualidad...
Fue un parto buenísimo, (dentro de lo que es un parto). Diría que fue un parto muy "gitano"... unas horitas de espera, tranquila... y una "horita corta" de dolor.
María apareció ante nuestros ojos como una desconocida adorable, blandita y pequeña, en la que no podía fijarme del todo porque el médico cosía y cosía y digan lo que digan, la emoción es muy grande, pero tampoco tanto como para no olvidarte de que te están haciendo una obra de arte con una aguja!
Es una niña buena, tranquila y dormilona... cuando los dolores le dejan dormir.
Porque María tiene cólicos toooodas las noches. Y eso significa que su mamá lleva sin dormir desde el día del parto y la imagen que se ve reflejada en el espejo cuando me asomo deja mucho que desear. ¡Qué ojeras!
Cuando nos casamos, un buen número de amigos decidió que era bueno que tuviéramos una imagen de la Virgen en casa. Nos juntamos con un buen número de ellas, pero lo cierto es que, especialmente la que tenemos en el salón, se está convirtiendo en un pequeño lugar de peregrinación nocturna con el bebé en brazos.
Nuestra Virgen del salón también tiene a su Bebé en brazos.
Intentaré volver a mi ritmo de escritura durante estos cuatro meses. Estoy deseando irme a León a pasar frío!

viernes, 7 de noviembre de 2008

De menos...

Leer sobre ausencias me ha recordado esta mañana una canción muy especial que acompañó unos años muy importantes de mi vida. Salamanca, piedra, catedral, amigos, sueños...
Descubrí a Pedro Guerra, y con él, esta canción, donde escuché por primera vez algunas frases que después nunca se han ido de mi lado... "Nostalgia es el verbo que piensa en tu olor"...
No es un vídeo musical, tan sólo una presentación de imágenes, pero es lo único que he encontrado en Youtube. Al menos, quien quiera y le apetezca, puede escuchar la canción. Yo creo que merece la pena. En todo caso, ahí queda...


Despidos

En la empresa de mi marido se quieren quitar de en medio, por lo menos, a la mitad de la plantilla.
Hace meses que lo sabemos. Hace meses que, cada poco, llega a casa con cara de pocos amigos, contándome éste o aquel cotilleo, éste o aquel rumor...
"Dicen que la semana que viene saldrán las listas", me comenta, en la cena, un día. Al poco, le pregunto si hay novedades, y me responde "ahora se dice que hasta diciembre, no dirán nada". Pasan unos días, en los que no se habla del tema, y de repente llega comentándome el último rumor: "en marzo dirán definitivamente quiénes se van de la empresa".
En su departamento, si bien nunca hubo buen ambiente, ahora al parecer el aire se corta con tijeras.
Mucha lista, sí, pero lo cierto es que parece que están utilizando la técnica del goteo. Por eso, últimamente llega diciendo: "se han cargado a dos del departamento de al lado". Ayer, por ejemplo, fueron dos de su propio departamento, y hace media hora, me entero de que han despedido a su jefe. "Estamos sin jefe", me dice en bajito, desde el otro lado del teléfono. Y en seguida me corta. Queda hora y media para que llegue a casa, y no puedo evitar pensar en los cientos de personas que cada día acuden a ese lugar a trabajar. Entre ellos, por supuesto, mi marido. Pero los demás también tienen familia, hijos, hipotecas, sueños atrasados...
La empresa en cuestión es una gran multinacional. Hace dos años era un lugar puntero en beneficios sociales: descuentos en guarderías, en gimnasios... Grupos de todo tipo de deportes, clubes sociales, torneos entre trabajadores, grandes comilonas, cenolas, seguros médicos, inmensas pagas de beneficios... Una vida por todo lo alto.
Dos años más tarde, el silencio, según me cuentan, se mastica entre los pasillos.
Las trabajadoras despedidas lloran; los trabajadores despedidos se quedan en blanco.
Y los que continúan se quedan mirando, entre el miedo y la desconfianza. Supongo que yo lo viviría así... con miedo, con algo de esperanza, con algo de "a mí no me va a suceder", y con algo de escepticismo, de "esto no puede estar pasado".
Pero está pasando, y en muchas familias.
Es una situación que desconocía. No le tengo miedo, y sé que mi marido tampoco. Si sucede, pensaremos que es lo mejor para nuestra familia. Que de todo se sale, que "Dios aprieta, pero no ahoga", y que con menos, también se vive bien.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Más descubrimientos...

Esta artista hace bolsitas, muñecos, alfileteros... tantas cosas y con tanto mimo, que es para perder el gusto! Sigo, sigo...






















Descubrimientos en la red




Para quien le apasionen, como a mí, las labores y las manualidades... Dejo unos descubrimientos que he hecho esta mañana. Pertenecen a una chica que se llama "Mar", y que tiene una tienda en León llamada "La mar de hilos". Es toda una artista. Su blog: http://mardehilos.blogspot.com
(Hay que citar siempre las fuentes).

¿Tensa? espera...



El domingo se supone que salgo de cuentas.
He trabajado hasta el martes, hasta que, intentando seguir el consejo de mi marido, he decidido darme 4 días de relax antes de que llegue la niña.
Ahora creo que podría haber seguido trabajando, aunque es cierto que también es bueno descansar un poco para la maratón que nos espera cuando llegue la pequeña María.
Si uno no quiere, en casa nunca hay tarea para aburrirse. Lo único que se resienten son las ideas para el blog, porque, como ya habréis visto, me alimento de las cosas que vivo, y de la gente con la que tropiezo en el camino... Como Joba, Cristian, o Jana. Vaya nombres ficticios tan raros que elijo, ahora que lo pienso.
En casa, sin embargo, no me encuentro con nadie. Lo más reseñable de hoy es que hemos vuelto a quedarnos sin agua, porque se ha vuelto a romper la misma cañería de las otras 8 veces (en 11 meses que llevo casada y viviendo aquí).
Sólo se me ocurre encadenarme al Canal Isabel II, para salir en televisión y que alguien haga a este barrio un poco de caso.
Una vecina ha bajado a la calle en bata y zapatillas, pisando sobre el barrizal que se ha formado al reventar nuestra amiga (ya como de la familia), la tubería. Supongo que haría comentarios sobre esto último, que me ha parecido surrealista, visto desde la terraza. Pero no es elegante ni caritativo, así que me guardo mi imagen de la pobre mujer chapoteando con su batita azul para comentarla más en la intimidad.
Mientras tanto, os pongo un par de fotos de la maravilla que me encontré esta mañana. ¡Así da gusto levantarse! Jajajaja...