Hace tiempo que le vemos. Alguna vez por el barrio... pero generalmente en misa.
No sé cómo se llama, así que le llamaré Ramón.
(¡Vaya, hacía tiempo de esto ya!)
Ramón es evidentemente retrasado. Su cara no tiene ningún rasgo particular, si no fuera porque la expresión de sus ojos y su sonrisa aparentan unos 5 años, mientras que su cuerpo y sus rasgos en general pertenecen a una persona de 40.
Sonríe bastante, o también pone cara de "observar" alrededor qué sucede. Como los niños pequeños cuando se abstraen.
Hasta ahora, siempre le había visto solo. A pesar de eso, en la calle siempre parece saber bien hacia dónde va.
En misa, responde a todo, unos segundos por detrás de los demás.
En la paz, suele mostrarse muy cariñoso con todo el mundo a su alrededor.
El otro día, mientras subía mi calle de camino al metro, le vi junto a su madre, una señora bastante mayor.
Ambos estaban en la parada del autobús. Estaban cogidos de la mano, y cuando llegó el bus, su madre se despidió y le besó con cariño, y él le devolvió el beso.
No sucedió nada más. Fue una escena muy normal.
Pero Ramón desde entonces es alguien distinto para mí.
Ya no es una persona a la que miro con distancia y procuro evitar... Ahora es un hijo muy querido y cariñoso... tratado con mimo y dedicación.
Es verdad que al principio todo me repelía en él... su fealdad, sus movimientos, su voz...
Ahora ya me es alguien familiar. No entiendo cómo pudo sucederme esa repulsión, quizá el desconocimiento, quizá muchos factores externos al propio Ramón...
Ahora sólo estoy convencida de que Ramón es un afortunado. Para sus padres es el eterno niño que cuidar, pero Ramón se lo devuelve con creces.
Cuando tenga la oportunidad, pienso preguntarle a la gente del barrio por él.
Apuesto a que tiene una profesión, apuesto a que es querido por sus amigos...
Apuesto a que incluso es mayor de lo que pienso.
5 comentarios:
Por tus últimos 2 post creo que debemos de ser vecinas. ¿Vas a Sta María del Parque?
no me lo creo!!!!!
Es que entre lo del párroco nuevo y lo del chico ese, tenía pocas dudas ya.el mundo es un pañuelo, jeje.
Oye, y crees que podríamos reconocernos un día en misa?
Una de las personas que mas me hacen pensar es un hombre de unos cuarenta y.. cuyo aspecto denota retraso intelectual. Va todos los días a misa de 8,30., no para de mover las piernas pero solo se nota si te sientas en su mismo banco, contesta alto y un poco retrasado y me impresiona como todos los dias saca su oración escrita en un papel en el momento de la Consagración y después de la Comunión otro papelito con lo que tiene que rezar. Creo que para el supone un verdadero triunfo mantenerse en el sitio todo el rato. Me siento ridicula cuando veo con que respeto hace la genuflexión, con que recogimiento reza delante de la Virgen y del Crucifijo. Cada vez aprendo mas de él.
Un beso
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