jueves, 17 de enero de 2008

Hace tiempo que no sueño

Hace tiempo que no escribo; que no sueño despierta, que no hablo sola, que no bailo por los pasillos de mi casa vacía de gente. Casi nada me importa, ni lo echo de menos. Nadie echa de menos la soledad.
Tan sólo soñar un poquito, de vez en cuando. Tan sólo un poquito de locura, de imaginarme un poquito de mundo diferente, de gente, de historias del metro... o del autobús, que son las que vivo ahora a diario.
Como la de la mujer de la coleta inmensa que me avasalló hoy, cuando aún no había amanecido, desde el asiento de delante. Tener tanto pelo puede ir en contra de la libertad de los demás. ¿Nunca nadie lo había pensado? Pues sí, habría que pensar en los demás a la hora de no ir a la peluquería. No es ya que tengas mucho pelo. Es que tanto pelo no es solidario.
Como la imagen de la anciana que me asustó esta mañana, en una calle vacía y oscura del centro de la ciudad.
¿Pasaré miedo en otras ciudades, como lo paso a veces en Madrid?
En Asturias nunca pasé miedo... En Asturias no hay tanta gente sola.
He vuelto, y creo que soy una persona un poquito diferente. Pero las historias siguen ahí. Ahora ya no bailo sin nadie, descalza en los pasillos desnudos de mi antigua casa... Pero sigo viva, y reanudaré mis sueños. Sólo tengo que hacerles un hueco entre tanta caja de mudanza...

2 comentarios:

Don Mario dijo...

Pero ¡nosotros sí que te hemos hechado de menos!
Bentornata en el web y no nos descuides más.

Enrique Monasterio dijo...

Ten compasión, don Mario: se acaba de casar.