sábado, 1 de septiembre de 2007

Pues no

Pues no.
No es lo mismo mirar por la ventana de mi habitación, en Asturias, y ver las montañas, siempre verdes... que mirar por la ventana de mi otra habitación, en Madrid, y ver al vecino con cara de amodorrado que siempre se desviste cuando yo aparezco por allí.
No es lo mismo este silencio oscuro, tan sólo roto por el familiar ronquido de mi padre, durmiendo como un bendito... que la noche de olores, ruidos de platos y conversaciones lejanas que se escuchan en mi casa de Madrid.
No es lo mismo tener la certeza de que mi madre no duerme, preocupada porque aún se me oye teclear... que trasnochar, no dormir, o querer morirte una noche, sabiendo que nadie jamás se enterará.
No es lo mismo dormir, habiendo depositado la confianza del sueño en otras personas, que dormir, pendiente de escuchar ruidos extraños.
No es lo mismo, pero ya da igual. Yo lo elegí, y ahora toca volver a la cotidiana monotonía del ruido, la diversidad, la suciedad y los amontonamientos. No sé si tiene fecha de caducidad.

3 comentarios:

Benita Pérez-Pardo dijo...

Asturias es precioso pero Madrid no está tan mal...

Historias del Metro dijo...

Puede que no esté tan mal... de hecho, no está tan mal, pero para los que hemos nacido fuera, no hay nada comparable con nuestra tierra... ;-)
Gracias por tu comentario, Benita!

Ludmila Hribar dijo...

Solo conozco Madrid pero comprendo que viniendo del verdor y sosiego de Asturias (que solo he visto en fotos) no ha de ser facil adaptarse a Madrid, pero todo tiene un coste ;)