jueves, 25 de noviembre de 2010

Lo que no es tan romántico



Ayer decía que algunos colectivos feministas hablaban de que la culpa de los maltratos la tiene esa imagen de amor romántico que ha llegado hasta nuestros días, donde la mujer era "débil y necesitada de protección", y el hombre... En fin el hombre, según esa mentalidad, un machito de poca monta (pobre Romeo).
Yo, como mujer, estoy convencida de que aún nos queda mucho terreno por recorrer en el plano de la igualdad.
Esta frase sería aplaudida por la mismísima Bibiana Aído. Lo que pasa es que esa señora y yo tenemos muy poco que ver. Y desde luego, su idea de mujer y la mía coinciden más bien poco.
Hace años, decidí hacer mi tesina (ahora se llama Suficiencia Investigadora), sobre las mujeres periodistas en la época de Alfonso XIII. Es decir, desde finales del siglo XIX hasta la década de los 30.
La prensa femenina en aquella época era absolutamente florecedora, de verdad, era un auténtico vergel de revistas que en nada tienen que envidiar con la variedad de las de ahora, y eso que estoy hablando sólo del ámbito de Madrid, y algunas nacionales.
Pensé que me encontraría con frecuencia ideas feministas rompedoras. Mujeres estilo Simone de Beauvoir, (aunque sea posterior) con deseos de emanciparse y de romper con todos los esquemas morales y sociales en los que la mujer estaba encorsetada.
Pero la verdad, me encontré con mujeres muy normales, madres de familia, personas con unas inquietudes que sacaban tiempo de donde fuera para poder realizar su sueño de ser periodistas, de comunicar y de disfrutar de todas las cosas que ofrecía la vida que les rodeaba. Hacían revistas entrañables, intentaban participar en política (con Primo de Rivera lo lograron) y no había estridencias ningunas. Tan sólo señoras trabajadoras e inquietas, con un gran respeto por sí mismas y una conciencia muy clara de lucha porque realmente creían en su gran aportación y capacidad. Lucharon tanto, que las tengo presentes cuando voy a votar, cuando mi marido y yo compartimos al 50% las tareas, cuando trabajo, cuando me enfrento a una reunión con 10 hombres.
Ahora, cuando enciendo la televisión y me asomo al mundo exterior... ¿Qué veo?
En los programas del verano, que nos muestran las playas de España, me encuentro con pandillas de adolescentes de chicas y chicos. Ellos, tan monos, con sus bañadores. Ellas, en medio, tan sólo con un tanguita. ¿Es eso igualdad? Ellos vestiditos. Nosotras, enseñando. ¿Es eso igualdad?
Salgo a la calle un sábado por la tarde y me encuentro turbas de niñas vestidas literalmente (y siento parecerme a mi abuela pero es que no hay vuelta de hoja) como prostitutas. Pintadas con un gusto horrible, unas minifaldas y unos escotes que resultan hasta groseros. Ellos, tan monos. Tan a gustito y tan abrigaditos, no vayan a pasar frío.
¿Es eso igualdad?
Ley del aborto. Las que nos quedamos embarazadas "somos nosotras". Somos nosotras las que pasamos los dolores, las náuseas, el cansancio... Y somos nosotras las que amamos más que a nuestra vida al pequeño bebé que llevamos dentro. Negar eso es negar la naturaleza. Y negar que no pasa nada cuando te quitas de en medio a tu hijo, es... pura maldad. La ley del aborto es lo más machista que nos ha pasado desde el "destape" de los años 70. ¿Es eso igualdad?
Es un engaño disfrazado de libertad. No veo igualdad por ningún lado. Sólo veo que la mujer sale perdiendo constantemente. Que nos quieren arrebatar el amor propio y la autoestima, rebajándonos constantemente a objetos de placer. Ser la perfecta madre, la perfecta trabajadora, la perfecta amante, con el tipo perfecto, vestida para "matar". ¡Venga ya! Sólo somos una persona...
Y ahora nos quieren quitar "el amor romántico". ¿Algo más, para destrozar nuestro corazón, que está hecho para amar?
Que no nos engañen más. Que dejen de jugar con la mujer, que es la mayor maravilla de la naturaleza.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Aquí Méndez!
Solicito permiso para linkar este post en mi blog y en mi Facebook!

Historias del Metro dijo...

jajajajaja
pues claro! aunque habrá alguno que me desplume...
Pero ¡me da igual! ¡ole!

Miriam dijo...

Me sorprendió hace poquito ver en televisión a Silvia Tortosa declarando que ella había hecho películas "ligeritas" (no recuerdo como lo dijo, pero ya se entiende)

Pero lo dejo cuando se dio cuenta que eran carnaza Que en el fondo esa "liberación" era un engaño, basicamente consistía en darles a los hombres lo que querían, carne, y sin ponerles problemas.

Pollo con almendras dijo...

Coincido en que la mujer es la maravilla más grandiosa de la creación..
No coincido en tu insistencia en buscar la IGUALDAD. Creo que hay que buscar la JUSTICIA.

saludos!
y sí.. casi no leo tu entrada, pero te tuve fe y valió la pena joajoajoa

Anónimo dijo...

Me agrada mucho que te topes con historias de personas que quizá ni conoces, pero que los vuelves protagonistas de tus escritos.
Bellas casualidades, me inspira a crear blog. FELICIDADES!!
Amy Barroso