jueves, 11 de noviembre de 2010

Creciendo, gracias a Dios



Llegué a mi Centro de Salud expectante.
Me atendió mi doctora de Medicina General.
“¿Qué te pasa?”.
“Pues que estoy embarazada”.
“Ah, entonces no estás enferma, muy bien”.
La doctora comenzó a rellenar un impreso con mis datos. Al parecer, para la matrona. “¿Es deseado?”, me preguntó.
“Por supuesto. ¿No es un hijo siempre deseado?”, le contesté yo.
“No, fía”, me dijo, hablándome coloquialmente, como se hace aquí en Asturias. Y se sonrió (probablemente situándome en una galaxia paralela).
Me dio unos papeles y me envió a la matrona. Mientras esperaba mi turno, me puse a leer. Allí, al lado de mi nombre, estaba mi “diagnóstico”: “Embarazo deseado”.
Pensé en cuántas ocasiones el impreso pondría “Embarazo no deseado”.
Si un embarazo, en realidad es un pequeño bebé desarrollándose en el vientre de su madre, lo que también podríamos escribir es “bebé precioso, rubito, delicado y cariñoso, no deseado”. O lo que es lo mismo, pero más breve y aséptico “hijo no deseado”. “Persona non grata” en este cuerpo de madre.
Me pregunto cómo asimilar que tus padres no te quieren, que vienes mal en ese momento porque no hay tiempo para ti, porque tu madre no puede hacerse cargo de una responsabilidad como tú… Me pregunto cuánto dolor se puede llegar a sufrir cuando uno no es querido en el ámbito más íntimo y más afortunado que se puede tener: tu propia familia. Me imagino unos daños emocionales que pasarían factura toda una vida. He visto personas, con situaciones menos traumáticas, ser incapaces de llevar una vida normal, sólo por sus carencias afectivas.
Al cabo de unos minutos, pude pasar con la matrona. Al ser “embarazo deseado”, no hubo grandes preguntas.
“¿Es el primero?”
“No, el segundo”.
“Ah, bueno, entonces ya sabes de qué va esto”…
(Sólo relativamente, pensé yo. Me siento tan primeriza como hace dos años).
“¿Debería de tomar ácido fólico, verdad?”, le pregunté.
“Eso tenías que haberlo hecho cuando planificaste tu embarazo, vida, hace seis o cuatro meses”.
“Yo no planifico mis embarazos”, le contesté con voz de ultratumba. Estaba siendo una dosis de realidad brutal. Sólo me faltó decirle “Mis hijos son un regalo de Dios, señora matrona”. Quizá fui una cobarde. Quizá no quise obligarla a tener que tomarse un calmante con semejante afirmación.
Cuánta gente planifica tener hijos y no lo consigue. Infundir vida no está en nuestras manos, aunque lo parezca. Siempre respeto todas las posturas, especialmente en lo que a hijos se refiere. Pero al mismo tiempo siempre me ha llamado la atención quien planifica tener un hijo, justo después de la televisión de plasma, la casa decorada en estilo minimalista y haber dado la vuelta al mundo. “Y ahora ¿qué nos queda? Ah, tener un hijo”.
Bien por ellos. Yo, prefiero el caos encantador de tener una familia con dificultades, sin muchos muebles, eso sí, con muchos nervios "económicos", pero abandonada en las manos de Dios. Muchos pensarán que “así nos va”. Y quizá tengan razón. Quizá, desde luego no era el mejor momento... Pero yo creo que, a la larga, habrá premio. En todo caso, nosotros estamos encantados con este nuevo regalo que se nos ha dado.

10 comentarios:

Eva dijo...

Enhorabuena!!! Te sigo siempre, aunque hace tiempo q no te comentaba, pero este noticion merece una felicitación xa toda la familia.
Saludos
P.D.Para cuando llegara el hermanit@ de María?

Almudena dijo...

Enhorabuena. A vosotros y al regalo que llevas dentro. Y a María (seguro que para ella es un momento perfecto). Y a la médico y la matrona que pueden ver otras realidades que -por desgracia- no son las más frecuentes.

Mar dijo...

Muchas felicidades. Que tengas un buen embarazado, que alegría!
Un beso

Miriam dijo...

Un montón de felicidades¡¡¡¡

Anónimo dijo...

Muchísimas felicidades!!!
Aunque no tenga nada q ver con tu post: sabes que D. César ha puesto un confesionario en Sta. Mª. del Parque?
Besos

Anónimo dijo...

Os felicito y deseo buen embarazo y mejor parto. No hay cosa más bella en el mundo: hijos.con cariño de CORDOBESA

Gonzalo dijo...

¡¡Enhorabuena!!

Sea planificado o no, lo importante es que es bienvenido y ese futuro niño lo espera su familia con amor.

Felicidades a todos los miembros de la familia

María dijo...

¡Millones de enhorabuenas!

ARdV dijo...

Que alegría!!! Definitivamente que habrá premio, un abrazote desde Guatemala!

ARdV dijo...

Se me olvidó decirte que me voy a robar tu post, es algo que le tengo que compartir a mis amigas... Gracias a Dios que todavía hay gente tan valiente como tu!