lunes, 7 de septiembre de 2009

Cosas


Hay noches en las que las palabras parecen agolparse en mi imaginación. Se hacen las 2, las 3 de la mañana y si no fuera por mi marido, encendería el ordenador que tengo al lado de la cama y escribiría a borbotones, casi como a golpes, sin saber bien qué contar, y al mismo tiempo contándolo todo, sin orden y sin pensarlo. Mis pensamientos explotan en mi mente, atragantándose, indigestándome, inquietándome... invadiéndome.
Hay noches en que las historias parecen surgir de la nada, crecer y tener vida propia más allá de mí. Pienso en Libertad, la niña que tengo en la imaginación y de la que tengo mucho que contar. En recuerdos, en viajes, en tribus lejanas de África, en interminables campos de maíz, en infinito.
Hay noches en que volvería a una carretera de Pennsylvania para respirar aquel olor de lejanía de todo lo cotidiano, de desconocido y de anonimato.
Después vuelvo a Santa Adela, y escucho la respiración de María, sus pequeños suspiros nocturnos, y me pierdo contemplando la cercanía de mi marido, su confiada presencia, su pragmatismo y su mirada cuando busca en mí aquello que no logra ver... y se calla, y no dice nada... y yo tampoco.
Entonces caigo en la mentira tan absurda de la imaginación, de las historias que parecen perfectas pero no son reales... En la trampa que son los personajes, los recuerdos modificados, los libros y las películas que una vez pude ver.
Caigo rendida siempre por el sueño... Y al día siguiente vuelve a sonar el despertador, y si no suena, llora María, y mi marido me recibe con una sonrisa...
Y yo vuelvo a la realidad haciendo un esfuerzo muy grande, como si no me fiara de que lo verdaderamente emocionante está delante de mí, y que lo puedo tocar a diario. Y me siento una ingrata y una tonta. 
Regreso a mi trabajo cada día con mi mochila llena de pensamientos que no son verdad, que intento frenar, que luchan por salir de la oscuridad. Es mi mochila de los sueños... cargo con ella desde siempre.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No es malo tener sueños...lo malo es dejarse llevar de ellos.
A mí también me encanta soñar...para volver y comprobar que la realidad también tiene su encanto.Bss

Luis y Mª Jesús dijo...

La verdad es mucho mas divertida (es una frase de Hook que me encantó).
El problema es cuando los sueños no te permiten disfrutar de la realidad, pero no es tu caso.
¡Que suerte tienes condenada (como diría mi tía) puedes disfrutar de los sueños y de la realidad!.
Muchos besos

Luis y Mª Jesús dijo...

En el Mundo Cristiano de este mes un guionista que ha escrito un libro sobre Spilberg escribe un artículo sobre como las aventuras ayudan a vivir mejor la realidad. Pensé en ti.
Besos

Historias del Metro dijo...

Gracias Mª Jesús!
Ando recomendando a todas las mamás tu último post. Te has superado!!! jajaja, me encantó, y las palabras en negrita, sublimes.