miércoles, 5 de enero de 2011

El Espíritu Santo y las cosas de la vida

Ante mi soledad trabajadora-diaria (sola en un despacho, pocos compañeros y además, poco comunicativos...), y ante mi imparable diarrea verbal, ahogada por mí misma a batacazos porque no me dejo ni a mí trabajar tranquila...
Tengo que comunicarle al mundo, que el Espíritu Santo sabrá lo que hace, pero que ciertamente se manifiesta a los más pequeños, humildes y sin medios.
Y seguro, seguro, que salen cosas buenas. Qué ironías tan finas tiene El de Arriba. Es genial.
He dicho.

4 comentarios:

Miriam dijo...

No entiendo muy bien, pero suena grande y esperanzador.
Me recuerda aquello de
" Hay cien mil aventuras que corren los caballeros por sus damas.
Mil maneras que inventan para vencer los peligos y acercarse al objeto de sus ansias, sea una dama, un amigo, hermanos, los hijos...
Pero ¿A qué caballero se le ocurre disfrazarse de pan para quedarse cerquita cerquita?

Almudena dijo...

Sí. Él sí lo sabe. Y tal vez también nosotr@s sepamos algún dia qué está ocurriendo en tu vida en este comienzo de año, porque el nivel de intriga va subiendo día tras dia...

Historias del Metro dijo...

Miriam, ¡qué palabras tan bonitas! ¿de dónde las has sacado?

Miriam dijo...

Es una de las historias de catequesis.Tanto a ellos como a ellas les encantaban las historias de caballeros.
¡Se aprende tantísimo hablando de Dios con los peques¡
El otro "ejemplo", era el algunos tios, abuelos, padres,vecinos que pq quieren un montón a sus niños, los "estrujan" en un abrazo para sentirlos muy cerquita. Disfrazado de pan está lo más dentro posible (y además no te estrujan, que se agradece un montón)
Me gusta tu blog y me encanta que vayas escribiendo. Grcias¡¡