viernes, 19 de diciembre de 2008

"Felices" fiestas

Hace días que quiero comentar "en voz alta" algo que ví, y que me pareció irónico, surrealista, y muy triste.
Volvíamos de Granada en el coche. El viaje de vuelta a Madrid está salpicado de tristes locales de alterne con nombres que pretenden ser exóticos. En uno de ellos, me fijé, habían colocado grandes letras luminosas adornadas con campanas y demás adornos típicos de estas fechas. Se podía leer: "Felices fiestas".
Era un adorno igual que tantos otros letreros de cualquier tienda o bar de España.
Pero en este caso la felicitación, que tiene reminiscencias caseras y familiares, me pareció casi un insulto.
"Felices fiestas", les deseaban los trabajadores del local a los visitantes del mismo, y a los viajeros de la carretera. ¿"Felices"... para quién?
¿Para los hombres casados que visitan el local y que posteriormente irán a hacer como que celebran la Navidad en familia?
¿Para los hombres solitarios que buscan... lo que busquen, a cambio de dinero?
¿Para las pobres mujeres que venden su cuerpo, con o sin su consentimiento? ¿Cómo celebrarán ellas la Navidad? ¿Trabajando?
De repente me di cuenta de que la Navidad podía ser muy triste, no sólo para los que no pueden comprarles juguetes a sus hijos... sino también para los que tienen mucho dinero.
El cartelito luminoso, con sus consabidas campanas, idénticas a las que yo dibujaba cuando era pequeña por estas fechas, me pareció grotesco.
No sé si estoy siendo muy dura. Ya sabéis que este tema me importa especialmente...

3 comentarios:

Luis y Mª Jesús dijo...

Estas siendo realista. En estas fiestas no paro de dar gracias porque en casa todavía son felices. Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que en la mayor parte de los casos son pura nostalgía con mucho de tristeza, de melancolía y en muchos más de los que parece son un escenario de confrontación.
Ayer por la noche me comentaba Carmen que estuvo acompañando a una embarazada que quería abortar. Habían conseguido que no lo hiciera, pero ayer recibió un mensaje en que decía que iba a ofrecer a su hijo un regalo: "abortar para que no tuviera que padecer en esta mierda de vida". Todavía se me caen las lágrimas al escribirlo. Carmen me decía que la vida de esta chica era tremenda. Piensa abortar el martes. Reza por ella, por favor.
Un beso
María Jesús

Historias del Metro dijo...

Es terrible, Mª Jesús, lo que cuentas. Y tiene muy difícil solución... cuando la vida de la madre ha sido tan dura, cuando probablemente tenga heridas imposibles de borrar... ¿cómo convencerla de que existe la esperanza? Rezaremos por ella en casa, claro que sí. Para Dios no hay nada imposible. Un abrazo.
¿Mi prima hizo de estrella? Sólo sé que salieron a comer todos juntos aquel día. ¡Cómo se lo pasan! Está tan mayor... ¿Sabes que yo soy su madrina?

Ludmila Hribar dijo...

No estas siendo dura, es que no hay palabras que lo describan. Tambien a mi es un tema que me interesa mucho y que no termino de comprender como es cada vez mas promocionado, como se mira hacia un costado y es tan tolerado, cada vez mas explotado. Que tristeza! El cartel de Felices Fiestas en cierta forma me recuerda un asesinato aqui en la Argentina de un grupo extremista que despues de realizarlo repartio folletos con un texto "hoy hemos asesinado a.....Dios se apiade de su alma!" Un abrazo navideño para ti y los tuyos!