viernes, 27 de junio de 2008

Mi primera mejor amiga, segunda parte

Me falta tiempo para contestar, querido anónimo. Ahora mismo.
Tenéis razón, no hay derecho a que os cuente el comienzo de la historia y os deje con la intriga para siempre.
Lo que pasa es que esta historia no tendrá nunca un final.
Para mi amiga, la historia es su propia vida y sólo ella sabrá cómo acaba.
Para mí, que la quiero tanto, será el acompañamiento de lo que pueda y ella me deje. Y nunca sabré lo que realmente siente, porque eso será algo sólo suyo.
Le escribí un mail. Un mail larguísimo en el que le ponía los puntos sobre las íes, y de paso, le describía, todo lo mejor que sé, qué es aquello que a mí me salva a diario de la desesperación, en la que es tan fácil caer.
Al final, le pedía perdón por si me había propasado en la confianza que tenemos, y le decía que apelaba a mi condición de "primera gran amiga" para ser perdonada en el caso de haber sido indiscreta.
Gracias a Dios, mi amiga me llamó en seguida. El mail le había llegado, o al menos eso me dijo, y quedamos en hablar tranquilamente a lo largo de la semana que viene.
Yo, vaga de nacimiento, le proponía ir directamente a un sacerdote. Lo que viene siendo pasarle la pelota al especialista.
Pero no se puede empezar la casa por el tejado y ella de momento quiere mi amistad, y supongo que exprimir un poco de aquello que yo he recibido gratis y que tengo que esforzarme en darlo gratis y encima bien dado.
Quiere saber más cosas, quiere que la escuche y le dé mi opinión. Quiere, lo que es normal, y a mí se me hace un abismo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace tiempo que te leo y pienso que tu amiga tiene mucha suerte de tenerte. Ayúdala xq lo necesita.
A mi me gustaría tener un amiga como tu.
Eva

c3po dijo...

Hazme caso. Dios nunca nos pone una prueba que no podamos superar. Cuesta un euro (y la yema del otro), pero siempre se sale adelante. Hay que poner un poco de esfuerzo, pero tú sabes que vale la pena. Ánimo!!!

c3po dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.