jueves, 24 de abril de 2008

Pequeño milagro cotidiano

Pues parece que hoy no va a ser mi mejor día.
Digo yo, porque por la mañana me he encontrado un mail "incendiario" en mi buzón, que me recuerda lo desastre que soy, y lo mal que lo hago todo.
El estómago amenaza con dolerme.
La cabeza amenaza con estallarme de ideas y preguntas.
Lo curioso es que todo se queda en "amenazas".
Porque me he levantado muy pronto para ir a misa.
Y a riesgo de parecer un poco pía y ñoña, cosa que es lo que más odio sobre la tierra... tengo que decir, que tengo una paz que deja a mi estómago y a mi cabeza sin posibilidad alguna de fastidiar.
Vaya, ya lo siento.
Porque hoy no iba a ser mi mejor día.

3 comentarios:

maria jesus dijo...

El día toma otro cariz si lo comienzas con una Misa, es mi lucha diaria, que quiero hacerlo pero por culpa de mi pereza lo que hago es acabarlo, no consigo corregirme de ser noctambula. Un saludo

Enrique Monasterio dijo...

No hay mail que por bien no venga

Lucía dijo...

Si, yo hay días que después de la misa matutina pienso, bueno ya he hecho lo más importante, ahora con "el depósito lleno" a por lo demás...