lunes, 8 de octubre de 2007

Una madre con estrella

Este fin de semana he hecho unos cursillos prematrimoniales. Han sido toda una experiencia en mi vida y no quisiera dejar de plasmarlo en la red, por si alguien que pase por aquí recala en este apeadero y decide echar un vistazo.
Pues sí. Me he asomado a otras vidas, que es lo que me gusta hacer... como cuando voy en el metro. Pero en este caso, las vidas no me han hablado de frialdad, impudores o malos olores. Esta vez me he asomado a vidas ejemplares de personas normales. Algo que puede parecer contradictorio pero que es felizmente posible y realmente levanta el ánimo ver que es algo real.
He podido conocer sonrisas infantiles de sacerdotes, que no tenían nada de ingenuas; sí de bondadosas. Hay veces que una sonrisa, una cara, unos gestos, te resultan familiares y acogedores.Cuando ni una sola palabra sobra, cuando nadie tiene motivos para ponerse a la defensiva, cuando los gestos bondadosos desarman... entonces uno sabe que está ante una persona especial. No es fácil caer bien a sesenta personas.
Además de los dos sacerdotes que conocimos, uno poeta y apasionado, otro infantil y sencillo... además de ellos, estaba doña Carmen.
Doña Carmen era una mujer pequeña y recogida. Tan recogida que no se le movía ni un pelo. De esas personas que podrías achuchar, pero con mucho, mucho cuidado pues podrían romperse.
Era madre de 9 hijos. Siempre he pensado que las madres tienen algo especial, pero desde luego que hay madres y madres, y ésta era una madre con estrella.
Al cursillo acudimos unas treinta parejas de todas las edades, condiciones y nacionalidades. Supongo que muchas de ellas llevaban tiempo conviviendo, no lo sé. Pero lo que sí sé es que las diferencias de costumbres o moralidad entre las personas que la escuchaban no supusieron ningún obstáculo para que hablase con una claridad y naturalidad tal, que nadie rechistó, ni fue capaz de llevarle la contraria... Saqué muchas conclusiones de su charla. En el curso tuvimos especialistas en ginecología, en Derecho... incluso hombres y mujeres separados que nos contaron su experiencia. Sin embargo, no hubo charla comparable a la de Doña Carmen. Y no lo digo sólo yo, se escuchaba en el ambiente.

4 comentarios:

Lucía dijo...

Seguro que sus hijos están muy orgullosos de ella.Pero esta gente no sale en los periódicos...

Anónimo dijo...

Si estás haciendo los cursillos prematrimoniales,es que te vas a casar.¡Pues enhorabuena!.Me ha gustado mucho tu entrada

Benita Pérez-Pardo dijo...

Vengo del blog de D. Enrique. Tu comentario me ha traído hasta aquí.
Qué simpático el Cursillo. Supongo que hemos de darte la enhorabuena por el matrimonio.
Hoy me ha dicho mi herman que se casa así que ando a vueltas con un post que no se si saldrá o no sobre el matrimonio.
En cuanto a lo que dices de las madres, hay madres con estrella especial pero cada hijo es, casi casi, como una estrella, distinta y preciosa-

Ludmila Hribar dijo...

Es verdad hay madres y madres, pero madre hay una sola!