sábado, 23 de octubre de 2010

Al menos la crisis sirve para algo

Fuente: La Razón
19 Octubre 10 - José García Antunes

¿Alguna vez se ha imaginado poniendo una reclamación porque la bolsa de patatas que acaba de comprar parece que viene medio vacía?, ¿o tal vez piensa que nunca se habría quejado de que su nuevo perro ha alcanzado un tamaño que en la tienda de mascotas no supieron advertirle?

Pues bien, parece que los españoles estamos dispuestos a quejarnos de esto y de mucho más, ya que según informan algunas asociaciones de consumidores, la crisis económica que estamos viviendo ha despertado “el instinto de supervivencia” de usuarios y consumidores. Sólo el año pasado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recibió más de 317.000 consultas y reclamaciones.


Hasta hace muy poco, los españoles parecíamos sentir cierta aprensión o reparo a la hora de poner una queja cuando adquiríamos algún bien o contratábamos un servicio. El principal motivo era el engorroso procedimiento que hay que seguir en la mayoría de los casos para llevar a buen puerto nuestras peticiones.

Una molesta situación que en casos extremos hacía que más de un usuario perdiera los nervios y abandonara el proceso a la mitad en detrimento de sus derechos como consumidor. Sin embargo, a pesar de que en este aspecto la situación no ha cambiado, los españoles cada día nos animamos más a reclamar.

Si antes nos daba apuro reivindicar por cosas tan cotidianas como un cambio mal dado, ahora no dudamos en pedir que nos devuelvan esos céntimos que nos faltan. Es más, ahora prima poner por escrito lo que antes solamente se protestaba de boca.

El caso es quejarse

Entre las quejas más inverosímiles que pudieron recoger las asociaciones de consumidores en la pasada temporada no faltó el viajero que reclamó ante su agencia de viajes porque el color de la arena de la playa a la que fue no correspondía con el de las fotos del catálogo o el usuario que pretendía que una empresa de preservativos asumiera los gastos de manutención de su futuro hijo porque su pareja se había quedado embarazada supuestamente tras romperse el profiláctico.

Como ya viene siendo habitual, el sector que más quejas reúne es el de la telefonía (tanto fija como móvil), con un total del 12% de todas las reclamaciones presentadas en nuestro país. Le siguen muy de cerca las entidades financieras y la propia Administración Pública.

Tampoco se libran las compañías aéreas que en épocas estivales copan los primeros puestos por retrasos o cancelación de vuelos, así como por pérdida de equipaje. Por otro lado, según datos facilitados por la OCU, el sector en el que más aumentó el número de quejas en 2009 fue el del suministro eléctrico.

No hay comentarios: