sábado, 13 de marzo de 2010

Las palabras y Carmen Lomana

Con los años, en vez de volverme más compleja e inteligente, me hago más simplona en todos los aspectos. A veces pienso que a mis treinta años estoy perdiendo facultades. Y virtudes, porque me acabo de quitar un año con todo mi morro y de forma consciente. ¿Veis? estoy perdiendo cosas varias.
Cada vez me gusta más el orden en las palabras. La simplicidad en las exposiciones, especialmente de las palabras habladas. Hay gente que habla muy bien, pero son tan pomposos que me pierdo. He llegado a oír a personalidades hablando como si estuvieran leyendo una novela, con un estilo así de elevado. Siempre me han parecido muy extrañas las personas que hablan demasiado bien, y que les da tiempo a construir figuras literarias y todo sobre la marcha. No diría que no son de fiar, pero diría que sus neuronas funcionan de una manera un poco rara. ¿Cómo encajará un desengaño amoroso, o que le hayan dado mal las vueltas en el supermercado, una persona que construye las frases de manera poco espontánea? Pues raro, muy raro.
En fin.
A donde yo quería llegar, es que cada vez admiro más la simplicidad.
Y Carmen Lomana no es precisamente un modelo de simplicidad, aunque hoy he podido ser testigo de cómo las apariencias engañan y de cómo es necesario escuchar a las personas siempre antes de juzgarlas. Diría que he asistido a una lección de sinceridad y de sentido común, y que no he sido la única que ha salido sorprendida. Diría que Carmen Lomana ha sorprendido incluso a los periodistas del programa que la invitaron esta noche, deseosos de un poco de espectáculo.
Comenzando por el principio, que siempre es lo mejor. Sin ser, ni muchísimo menos, una experta en el mundo de la farándula, puedo decir en cuatro líneas que esta mujer se está convirtiendo en un nuevo icono de la moda y lo "chic" de nuestro país.
Apareció de la nada, viuda, al parecer, de un hombre millonario, y en dos años se ha hecho con las portadas de las revistas y su nombre va de boca en boca.
No es una mujer joven, pero su cara, plastificada, no tiene ni una sola arruga. La primera vez que oí hablar de ella, dijeron que era el mejor armario de España. Es coleccionista de ropa, está siempre en todos los desfiles y hasta el cronista de moda del New York Times dijo de ella que este año que era un "Tesoro Nacional".Lo más curioso de todo es que hay hasta un grupo de fans de ella en Facebook, copado mayormente por adolescentes.
Bueno, pues hoy la han entrevistado en La Noria (Tele 5). Mi marido y yo nos hemos quedado por curiosidad a ver qué cosas decía, y lo cierto es que nos hemos quedado de una piedra. Esperábamos escuchar tonterías y superficialidades, y acabamos dejando el mando encima de la mesa, ya que lo teníamos en mano preparado para cambiar de canal.
Sin mover el rictus (bueno esto no es mérito suyo, sino de su cirujano, que le ha dejado sin expresión facial), ha hecho una valoración de la política en nuestro país que ha dejado a los periodistas del programa sin respiración:
"Yo no me inclino por las Derechas o las Izquierdas, simplemente pienso que hay un momento para unas cosas y otro para otras. Los socialistas tienen una gestión económica pésima y han dejado España en una situación horrorosa. La peor que se ha vivido en muchísimos años. Habría que decirle al presidente "si usted quiere vivir en el mundo de la utopía, muy bien, hágalo, pero deje que este país salga adelante con medidas objetivas de verdad". Eso fue tan sólo un adelanto, pero no fue nada comparado con la defensa que hizo a favor de la vida, de las mujeres y en contra del aborto: "No estoy en absoluto de acuerdo con esta ley del aborto que se acaba de aprobar. Me parece que el aborto es un atentado terrible contra la mujer, está claro que las que lo hacen es porque están en situaciones límite, y son las primeras que lo sufren, así que lo que habría que hacer es apoyar más a las mujeres para que puedan tener a sus hijos, darles todo el cariño y la comprensión, y no cometer esta locura que yo no puedo entender". Mis entrecomillados no son sus palabas textuales, sino lo que yo recuerdo que dijo. A la pobre no se le movió un pelo y lo dijo todo con tal rotundidad y tanta naturalidad, que dejó a todo el mundo callado.
Mi marido y yo no dábamos crédito. ¡Qué valentía! El público aplaudió entusiasmado.
¿Se arrepentirían los directores del programa de haberla invitado?
Ni lo sé ni me importa. Pero ahora mismo voy a hacerme fan de Carmen Lomana en Facebook, lo tengo clarísimo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

desde Canarias,

impresionada por la tranquilidad con la que dijo todo lo que pensaba... así da gusto. A ver cómo cae esto yo creo que en el plató se quedaron estupefactos.

E-Tapas dijo...

Pues yo no la oi pero tampoco me lo esperaba un olé! por ella.
Un beso
P.D. ¿Qué tal estás?