lunes, 15 de marzo de 2010

Lo que yo no soy capaz de ver



Estamos las dos solas, la tarde ha caído y no he encendido la luz del salón.
Un curioso juego de luces y sombras se dibuja en la alfombra, y la televisión habla sin parar sobre las consecuencias de las inundaciones en Andalucía.
Tras un rato de silencio, le digo a María que es hora de preparar el baño. El sonido de mi voz de repente le asusta y, como suele ser habitual, se lanza a mis brazos con cara de horror. Yo me río, también como es habitual, y le digo "María, cariño ¿de qué te asustas? Pero si soy mamá".
Entonces María me mira y señala hacia el enorme reloj, herencia de mi abuelo.
-¿Te ha asustado el reloj?
María me mira fijamente. Es incapaz de pronunciar ninguna palabra, pero entiende perfectamente todo lo que le digo. Gira la cabeza para decir que no.
Y vuelve a señalar en esa dirección. Si no se refiere al reloj, quizá se refiera a la puerta que comunica el salón con el hall.
-¿Estás señalando la puerta? Estamos las dos solitas en casa, no tienes nada de qué asustarte...
Su mirada inocente y profunda vuelve a clavarse en mis ojos. ¿Qué me querrá decir?
Vuelve a señalar de nuevo, insistentemente, hacia esa dirección. Yo miro, y de repente, una idea absurda cruza por mi cabeza.
¿Qué está viendo esta niña? ¿Y si fuera capaz de ver algo que yo no alcanzo a ver?
-¿María, qué te asusta? Dime qué es lo que me estás señalando.
María vuelve a señalar de nuevo. Está claro que quisiera decirme algo y yo no alcanzo a comprender. Puede que sea una tontería, puede que sea el "tic tac" del reloj... puede que me esté señalando la dirección del baño... puede ser cualquier cosa.
Decido dejar a mi imaginación en el salón mientras me levanto con ella en brazos.
"Venga, María, nos vamos al baño".
Entonces, ante mi mirada atónita, María se va del salón diciendo adiós con la mano a lo que fuera que ha estado señalando todo el tiempo.

7 comentarios:

Luis y Mª Jesús dijo...

¡Qué escalofrío!.
Mi nietecita Elena también tiene un miedo inexplicable en ocasiones y terrores nocturnos. Todavía los recuerdo decuando era niña.
Voy a hacer una entrada sobre ese genio por el que me preguntas, pero te adelanto que ayer fui al dentista y me dijo: Dios mío, ¿como es posible romper 4 piezas presionando?.
Mi genio queda en mis mandíbulas.
Un beso

Almudena dijo...

Impresionante. Yo estoy segura de que los niños perciben cosas que, con los años, dejamos de "ver". Mi infancia queda muy lejos pero, sé que me tomaban mucho por mentirosa cuando yo no mentía ni inventaba cosas. Con el paso del tiempo, olvidas mucho y te convences de que imaginabas muchas de esas experiencias o no distinguías bien entre el sueño y la vigilia. Hoy por hoy, para no acabar en el psiquiatra, mantengo en silencio una duda razonable sobre muchas cosas que... ¿Ocurrieron?...
Besos

Historias del Metro dijo...

ALmudena... creo que me encantaría que te animaras a contar alguna de esas cosas!

Almudena dijo...

Me ha salido espontánea una carcajada cuando he leído tu comentario. No me veo contando cómo y cuántas veces he volado. Me resulta menos incómodo contar cómo sabía que alguien iba a morir. Eso luego se demostraba. Creo recordar que veía el halo de las personas y "olía" la vitalidad y el estado de ánimo. Ha pasado tanto tiempo por fuera y más aún por dentro, que no me resulta fácil saber quien era esa niña que también sabía hablar con Dios con la misma naturalidad que comprendía la mirada de los ánimales o el sonido de las plantas. Muchas veces he pensado que uno es arrojado del Paraíso cuando pierde la inocencia de la infancia y sólo puede volver a recuperarlo cuando Dios lo redime o como les ocurre a algunos santos, cuando el Espíritu hace su morada en ellos y les devuelve la sabiduría, la ciencia...
Seguramente, me he pasado tres pueblos. Pero esto me supera un poco

maria jesus dijo...

La cosa es ¿porque se asustaba? al final le dijo adios

Anónimo dijo...

Hola,

tal y como yo lo entiendo al leer la entrada, el susto fue al oir hablar a su madre de repente, no de lo que pudiera estar viendo.

Un saludo y enhorabuena por el blog.

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el post, saludos desde Argentina!