martes, 23 de febrero de 2010

Todo lo que podría contar

Se fue Madrid, con sus amaneceres y atarcederes siempre repletos de gente. Me moría de ganas de poder decir "voy a Madrid de turismo", y perderme entre la heterogeneidad y las vanguardias, entre los más castizos que salen en bata a tirar la basura y los que viven casi de noche.
Prefiero mil veces soñar con ello, recordar los buenos tiempos, incluso echarlo de menos... pero desde las montañas verdes de Asturias. Prefiero echarme en cara haberme perdido las oportunidades de allí, sabiendo que en realidad éste es mi sitio, y poder mirar por la ventana y encontrar algo diferente a otro edificio gris más. Porque en Madrid, la verdad, nunca veía otro horizonte que el de la misma ciudad.
Hace mucho tiempo que no escribo en el blog. Si hay alguien ahí fuera que me hubiera echado de menos, tengo que pedirle perdón. El cambio me ha dejado un poco sin ganas de escribir, y lo que es peor, sin saber qué contar.
Y la verdad, no es porque no me hayan pasado cosas. He tenido la nada despreciable experiencia "Inem", todo un mundo de fantasía y color por el que deberíamos pasar al menos una vez en la vida. Un jarro de agua fría, un baño de humildad y una ojeada a la realidad de la vida del que sales un pelo tocadillo, aunque te importe un pimiento estar en el paro. Ahora pienso en lo que tuvo que pasar mi marido hace unos cuantos meses, conmigo trabajando a todo trapo y con nuestra niña casi recién nacida, y me planteo si estuve a la altura de las circunstancias.
"La verdad, si pongo jefa de sección, vas a tener menos oportunidades. Sería mejor que en tu currículum figurara sólo periodista", me dice la señora funcionaria con su aliento a cafelito y pincho de media mañana.
"Pues ponga jefa de sección, que me costó muchos añitos conseguir el cargo. De todas formas descuide, que no cuento con su ayuda para buscarme la vida".
Y me voy de allí con mi dignidad por los suelos, mi abrigo fucsia y mi boina de lana, pareciendo una parisina en pleno barrio de El Coto. Un barrio donde mi look parisino está bastante fuera de lugar, para que nos entendamos.
Podría contar mi experiencia en la autoescuela. Yo, en medio de varios niñatos de 20 años, que le contestan de mala manera al profesor, la ecuatoriana a mis espaldas y el marroquí diciendo bravuconerías a mi lado. El profesor dirigéndose en exclusiva a mí (pues debo de ser la única persona en su vida que le ha tratado de usted). Y yo sintiéndome como "Doctor en Alaska".
Podría contar que todo el barrio sabe que hemos llegado, que el bloque entero de mis padres conoce a María (y ella les conoce a ellos) y que hablo con el portero una media de 5 veces al día, cuando al de Madrid le veía una vez a la semana... y si acaso. Podría contar que me encuentro con mis profesoras de EGB, BUP y Preescolar y siento que las que me tenían manía siguen tratándome raro.
Podría contar que siento que todo está igual aquí... menos yo.

7 comentarios:

Almudena dijo...

Pues le habrás perdido el gusto a escribir, pero no la facilidad... Bueno, seguramente ya tendrás tiempo de ir contando todas esas cosas despacio.
Y si, fuera estamos gente que ni siquiera te conoce, pero que te echaba de menos. Gracias por volver

Almudena dijo...

Pues le habrás perdido el gusto a escribir, pero no la facilidad... Bueno, seguramente ya tendrás tiempo de ir contando todas esas cosas despacio.
Y si, fuera estamos gente que ni siquiera te conoce, pero que te echaba de menos. Gracias por volver

Mar dijo...

Me he alegrado volver a verte por aquí.
El cambio que has dado es demasiado grande pero saldrás ganando, ya veras.
El trabajo está mal en Asturias, en Madrid y todo territorio nacional. Ya vendrá.
Mientras, disfruta de la vida sana y ya se te ocurriran cosas para que nos cuentes.
Besos.

Eva dijo...

Que alegría ver un post nuevo!!! Se te ha echado mucho de menos x aqui. Es imposible con una niña de 1 añito no tengas nada que contar.
Saludos

Anónimo dijo...

Menuda alegría "oirte" otra vez. Todas las ciudades tienen sus pros y sus contras, a mí la verdad me gustan mucho más las pequeñas pero tiene que haber para todos... Animo, disfruta mucho de tu hija y de tu marido. Hasta pronto

Anónimo dijo...

Nueva vida...o no tanto , pero sí diferente.
Madrid es lo que es, Madrid, y aquí nos quedamos los que también la hemos echado de menos alguna vez y hemos vuelto.
Tiran mucho las raices...tú disfrútalas y , cuando quieras, otra vez te recibiremos con los brazos abiertos , aunque no hayamos sabido conquistarte.
Bss "jefa de sección".

Luis y Mª Jesús dijo...

¡Que alegría!.
Nada está igual pero tu, querida amiga, sigues siendo la misma,con más años y más experiencia, pero la misma, por eso chocas con las mismas personas de siempre: las vulgares y quien sabe si las envidiosas.
Tu look se pondrá de moda en el Coto.
Tuve que formatear el ordenador de casa y perdí tu nueva dirección. En el del Registro debo tenerla, pero está siendo una época de sobresaltos y papeleos contínuos que no me dejan parar.
¡Bienvenida!