lunes, 19 de octubre de 2009

Sueños y algo de miedo

Cómo enfrentarme ahora a esta nueva página "en verde", vacía, después de que tantas personas hayan decidido compartir algo de lo que llevan dentro, en un corazón maltrecho por el dolor.
Cómo enfrentarme y ponerme a contar ahora lo que veo en la mirada de las personas que me cruzo en el metro, en el bus, o por la calle.
Uno va viviendo con su ingenuidad y sus rutinas y todo lo cuenta y todo lo dice... y de repente llega la realidad, con Loretos, niñas pequeñas que reciben quimioterapia... Y las rutinas y las ingenuidades más bien parecen estupideces absurdas.
De todos los comentarios, tan emotivos y tan profundos, me quedo con "Loreto tuvo mucha suerte con su familia". Está claro que tuvo unos padres abnegados, cariñosos y pudo contar con ellos en los mejores y los peores momentos. Ese fue el regalo que tuvo, un regalo que, por cierto, no todos los niños han podido tener.
Nunca me olvidaré de esta niña, que me hizo recordar lo momentáneo que es todo, y al mismo tiempo, lo profundamente eterno, la capacidad de amar del ser humano, y la capacidad que tenemos, infundida por Dios, de proyectar el amor hacia alguien que ya no está. Como una red que se ensancha hasta el cielo. Así pienso que estarán sus padres desde ahora. Enganchados entre la tierra y el cielo, peleando por sus otros hijos, por sus trabajos, por lo cotidiano... y deseando el momento en que allá arriba decidan que su familia puede volver a estar unida para siempre, sin dolor, sin pérdidas y sin distancia...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya me dijiste que como ibas a continuar con el blogg, después de Loreto.....y te entiendo, cada día lo abro y miro con gran cariño su foto...es dificil no emocionarse.
Pienso al contrario, que los realmente afortunados han sido la familia de Loreto, han podido disfrutar de la bendición que ha sido esta niña.
Mucho ánimo, sigue contandonos "Historias".
Un beso fuerte
Tu marido

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Historias del Metro dijo...

Gracias por tu comentario... A ver si te prodigas más, que este blog se enriquecería mucho con tu otra forma de ver las cosas, tan distinta y tan complementaria a la mía...

Anónimo dijo...

¿Cómo?... Continuando. Son simplemente momentos que marcan toda una vida, a pesar de habernos conocido. No es necesario, conocerse físicamente para saber que corazón tan grande tienes.
Hay como dices, muchas Loretos con sus realidades concretas y simplemente el conocer una de las muchísimas historias, lo que nos obliga es a pararnos momentaneamente y recapacitar de cuales son las cosas verdaderamente importantes. Luego seguiremos poniendo las cortinas, pero sabiendo quienes sómos y a dónde vamos. "Porque ahora es el momento de elegir cortínas".
Gracias por ese corazón sensible y por vuestra ayuda desde lo desconocido. Los papás de Loreto.

Luis y Mª Jesús dijo...

He leído los comentarios de esta entrada y de la anterior y solo puedo dar las gracias.
Un beso