Vuelta a Madrid. Donde las flores sólo se ven cuando la vecina tiende sus sábanas en el patio.
(Vale, no es para tanto)
Además, aquí tenemos muchos amigos.
Pero hay que reconocer que aunque me llueva todos los días y parezca una bruja que ha metido los dedos en un enchufe, prefiero mi cole, mi mar, mis cafelitos de media mañana... al autobús que te comunica con el resto del mundo.
María ha acogido su casita con mucho cariño. Así son los niños de sencillos. Nunca pensé que mi hija sería para mí un ejemplo a seguir (al menos mientras es un bebé). Agradecida, alegre... simple.
6 comentarios:
Es el mejor de los ejemplos que puedas seguir en la vida, cuantas cosas nos puede enseñar una criatura!
¡Es que tu hija no conoce Madrid!.
Lo siento pero yo no me adapté en 16 años; no me imagino como sería mi vida allí con tanto niño; tendría que verlos en foto. Que conste que yo viví en Madrid de los 7 a los 23.
Un beso
María Jesús
¿Qué tal va María x Madrid?
¡Que gusto ser niño! Yo aún no he conseguido adaptarme.
En cuanto a las flores, las cosas como son, dentro de un mes estará Madrid lleno de ellas
Te entiendo perfectamente, a mi a temporadas se me hace difícil, aunque tambien he conseguido disfrutar de esta ciudad cuando paseo como un turista más.Mis hijos creo que se sienten madrileños aunque algunos hayan nacido fuera de España, y es que para ellos es mucho más fácil adaptarse porque es lo que han vivido la mayor parte de su corta vida.
¿Que tal te va? Espero que bien. Un beso
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