Es curioso, muy frecuente, y seguro que yo también lo he hecho alguna vez...
Eso de rechazar algo que no conoces, pero que de entrada no te gusta. No te gusta, probablemente porque no lo conoces.
Evidentemente no estoy hablando de cosas horribles, que no le pueden gustar a nadie, sino de cosas triviales a las que te opones, porque no te da la gana de conocerlas, y es más, porque te viene fatal conocerlas, para que no te estropeen tu chiringuito.
Seguiría escribiendo, pero creo que es muy fácil de entender lo que digo, y sinceramente, me encuentro fatal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario