Si éste fuera un blog de éxito, de esos que leen decenas de personas, creo que sería una inicitiva interesante plantear esta sencilla pregunta: "¿y tú qué has hecho por amor?. Serían respuestas verdaderas, evidentemente, y se premiaría a la más original.
Puede parecer algo un poco sobado, pero es que estoy segura de que por amor uno es capaz de hacer las mayores ridiculeces que jamás hubiera imaginado.
Lo pensaba al día siguiente del partido España-Italia, cuando esperaba el autobús, y recordaba que la noche anterior le prometí a mi marido salir al balcón con la bandera de España esta noche, si España ganaba frente a Rusia.
En realidad él hubiera preferido coger la moto, plantificarme a mí detrás con la bandera atada al cuello, como si fuera la capa de superman, y pegar unos cuantos acelerones por la ciudad, gritando como posesos.
Me salvó mi embarazo.
Yo le prometí, para animarle, que si España ganaba hoy, saldríamos a pegar voces a la terraza con nuestra banderita, comprada en unos chinos para las manifestaciones.
A mí aquello me parecía un dispendio, teniendo en cuenta que el fútbol me trae sin cuidado y que quiero mucho a mi país, pero yo estaría más contenta en una terracita tomando un refresco, que pegando gritos en casa.
Él me miró, con un gesto entre irónico y condescendiente, y dijo, lentamente: "Guau, qué juerga".
Y yo me quedé ahí parada con mi barrigón, con cara de tonta y pensando que si esta noche gana España, voy a verme a mí misma pegando gritos a los vecinos de enfrente, que son de los que están todo el día con la camiseta quitada en casa, y pensando que esto es amor, y lo demás tonterías.
2 comentarios:
Tienes pendiente contarnos el final de tu anterior entrada... cómo fue con tu amiga??? nos dejaste preocupados/as. Un beso y que gane La Roja ;-D
P.S.: Si por llegar a la final le haces esto a tu chico, qué le harás por la victoria final (en el caso de que España acabe ganando la Eurocopa)???
¡Creo que será el apoteosis, anónimo!
¡Creo que vamos a ir a verlo con más amigos a un bar!
¡Un bar donde no podré escaparme, ni hacer punto de cruz, ni llamadas de teléfono, ni beber una miserable cerveza porque no puedo tomar alcohol!
¿A que me llevo el punto de cruz al bar?
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