sábado, 31 de octubre de 2009

Estos días



Estos días están siendo un poco de locos.

De repente me surge un reportaje que me obliga a estar varios días fuera de la redacción, un nuevo párroco en mi barrio que se aferra a mí como a un clavo ardiendo (recuerden: fiestas de Juan y Juana, Otoño Libertario, Izquierda Unida de Hortaleza, mis vecinos antiglobalización y demás chucherías rodeándome durante dos años), una charla en un colegio de Talavera de la Reina y María mirándome con esos ojos oscuros y profundos, pidiéndome cada vez más y más...

Aunque la realidad me está espabilando a marchas forzadas, reconozco que no soy un crack en lo que a organización se refiere. La frase "hacer en cada momento lo que debo" me martillea, o me palpita, o me invade a cada segundo, pero mi memoria es como un queso Gruyere y a veces siento que me muevo a impulsos, empezando una cosa, dejándola a la mitad y empezando otra nueva. Y así hasta que todo está a la mitad y yo en estado de shock.

Mientras tanto mi vida sigue pendiente de un hilo, novedades y novedades acerca de nuestro futuro revolotean a nuestro alrededor sin concretarse en nada y la sensación de que siempre puedo hacer más.

Entre todo este caos, como siempre, regalos eternos.

Como siempre, la verdad, sencilla.

Como aquel empleado de banca, jubilado que, sin más rodeos, me contó su conversión.

Corrían los años 60, y en su oficina había un empleado al que le caían "todos los marrones". Era tan bueno que parecía tonto, y todo el mundo le tomaba el pelo sin cortarse. Un día, le dió hasta pena, y le soltó: "¿Pero no te das cuenta de que la gente se ríe de ti?". Éste, tranquilamente, le dijo: "¿Ves esta máquina de escribir? Pues éste es el altar desde el que ofrezco al Señor todos mis sufrimientos".
Evidentemente, no se convirtió "al instante", pero ésta fue la frase que le hizo "click". A partir de ahí, todo es historia.
Frente a las prisas de estos días, tengo la inmensa fortuna de contar con estas píldoras de energía...

martes, 20 de octubre de 2009

Parejas extrañas y falta de oxígeno



Alguna vez he explicado que los descubrimientos "artísticos" me ensanchan los pulmones. Yo sé que esto, así dicho, puede resultar incomprensible, pero es una realidad que psicológicamente puedo explicar. Necesito aire para respirar y una canción puede darme todo el oxígeno que no consigo cuando me quedo demasiado encerrada entre los vagones del metro de cada día...

Hace tiempo decidí que me gustaba Woody Allen. Me vi "Misterioso asesinato en Manhattan", "Annie Hall" y alguna que otra peli de las últimas, poco convencionales y más bien anodinas. Me pareció hilarante su hipocondria, acepté su egocentrismo y consideré que tenía un morro como una catedral, y que desde esa óptica asumiría el desastre de las relaciones amorosas que trata.

Cuando se estrenó "Vicky, Cristina, Barcelona", un compañero fue a verla al cine. Regresó diciendo (literal) "este tío se ha vuelto un viejo verde". Me quedé con aquella frase, y nunca se me ocurrió ir a verla.

En cambio el otro día, en el tren de vuelta a Madrid, nos la pusieron. Me acordé de aquella frase, pero al mismo tiempo me dispuse a ver algo diferente, un pequeño soplo de originalidad, algo distinto, que siempre, siempre necesito.

Y no me encontré con un viejo verde. Me encontré con un tipo desarmado, sin argumentos, sin corazón, y con una ensalada mental de las que no quisiera yo jamás en mi vida. Las relaciones que describe son absurdas, vacías y dolorosas. Tan absurdas y vacías que engendran violencia... o apatía. Tan pronto aparece un trío, como se quieren matar; tan pronto se abandonan, como se adoran...

Me quedé vacía y dolida. Hay arte que me aporta oxígeno, y hay otro tipo de arte que me ahoga.

lunes, 19 de octubre de 2009

Sueños y algo de miedo

Cómo enfrentarme ahora a esta nueva página "en verde", vacía, después de que tantas personas hayan decidido compartir algo de lo que llevan dentro, en un corazón maltrecho por el dolor.
Cómo enfrentarme y ponerme a contar ahora lo que veo en la mirada de las personas que me cruzo en el metro, en el bus, o por la calle.
Uno va viviendo con su ingenuidad y sus rutinas y todo lo cuenta y todo lo dice... y de repente llega la realidad, con Loretos, niñas pequeñas que reciben quimioterapia... Y las rutinas y las ingenuidades más bien parecen estupideces absurdas.
De todos los comentarios, tan emotivos y tan profundos, me quedo con "Loreto tuvo mucha suerte con su familia". Está claro que tuvo unos padres abnegados, cariñosos y pudo contar con ellos en los mejores y los peores momentos. Ese fue el regalo que tuvo, un regalo que, por cierto, no todos los niños han podido tener.
Nunca me olvidaré de esta niña, que me hizo recordar lo momentáneo que es todo, y al mismo tiempo, lo profundamente eterno, la capacidad de amar del ser humano, y la capacidad que tenemos, infundida por Dios, de proyectar el amor hacia alguien que ya no está. Como una red que se ensancha hasta el cielo. Así pienso que estarán sus padres desde ahora. Enganchados entre la tierra y el cielo, peleando por sus otros hijos, por sus trabajos, por lo cotidiano... y deseando el momento en que allá arriba decidan que su familia puede volver a estar unida para siempre, sin dolor, sin pérdidas y sin distancia...

martes, 13 de octubre de 2009

Loreto



Nunca había llorado por una desconocida. Pero hoy, una noche un tanto atípica, me encuentro frente al ordenador, con las lágrimas asomando ya, y yo que iba a meterme en la cama a leer una revista de decoración.
Las cortinas, me temo, pasarán a la historia, al menos por esta noche.
Ha fallecido Loreto.
¿Y quién es Loreto? Preguntaréis.
Pues Loreto es un angelito de un año a quien nunca conocí. Ni a ella, ni a sus padres, en persona, claro. Porque por mail nos hemos conocido un poco.
Los padres de Loreto vinieron a mí a raíz de un reportaje que había escrito sobre Gloria Strauss, una niña de 7 años, estadounidense, que falleció poco después a causa de una terrible forma de cáncer. La manera en que esta niña había vivido su enfermedad logró atraer a numerosas personas en el país, hasta el punto de hacerse tremenda y milagrosamente famosa.
Un día recibí el mail de "Manolo", a quien no conocía.
Me pedía información para poder ponerse en contacto con la familia de Gloria Strauss, pues su hija, de un año de edad, padecía el mismo tipo de cáncer.
Buscaban ayuda de todo tipo y, especialmente, buscaban la intercesión de Juan Pablo II para realizar el milagro que devolviera la salud a Loreto.
Un día me mandaron la foto del bebé, después de la quinta sesión de quimioterapia. Era terrible. Calvita, hinchadita... pobre ángel.
Les expliqué cómo podrían conseguir una reliquia de Juan Pablo II, y me dediqué a pedirle oraciones a la gente.
Un día, pensé que yo misma tenía una reliquia de Juan Pablo II, y que, a pesar del cariño, es evidente que me podía desprender de ella, pues Loreto la necesitaba de verdad.
Dejé pasar unos días sin querer... las prisas, mis cosas... (mis tonterías...)
Esta mañana les escribí. Les dije que les acababa de enviar la reliquia por correo, llegaría pronto y podrían ponerla al lado de la niña.
Y esta misma noche, recibí esta contestación:

Estimada amiga, no se por dónde comenzar a contar.
Pero creo que lo mejor es decirtelo directamente, Loreto se ha dormido en el Señor el pasado domingo día 11 de octubre y ayer día de Ntra. Sra. del Pilar le dimos sepultura, el cielo se abrió para recibir a nuestro Ángel. Te contaré en algún momento como ha sido todo, pues también tú y tu familia, así como las hermanas del monasterio de la Visitación tenéis que saber cómo Dios actua hasta en los momentos más dificiles. Espero poder contaros toda esta experiencia que aunque con el corazón destrozado por el dolor de no poder abrazar más a nuestra pequeña, creo de justicia que seáis participes de ella por vuestras oraciones, para que no penséis que han caído en saco roto.
En cuanto a la reliquia, cuando llegue si quieres te la devolveremos. Gracias de corazón y cuando pasen unos días y descansemos de esta última semana os contaré como a transcurrido todo y se lo hagas llegar a las personas que tu sabes han rezado por nuestra hija y por nosotros.
Un abrazo en el Señor para siempre, amiga.


Pues sí, querido padre, el cielo se ha abierto para recibir a un ángel...

lunes, 12 de octubre de 2009

Después de casa

Cada vez que vuelvo a casa de mis padres, la casa que me vio crecer, aunque vuelva con marido e hija, parece que revivo miles de episodios que normalmente dormitan en el fondo de mis recuerdos.
El otro día, por ejemplo, desde la habitación que aún conserva mi pequeña cama de siempre, recordé cómo solía quedarme hasta las tantas con la luz encendida, leyendo, quizá soñando, enredando en cualquier cosa.
Pensaba que lo bueno de ser hija única es que te puedes permitir el lujo de tener miles de vidas paralelas, todas ellas desarrolladas en tu imaginación, sin que nadie sospeche lo más mínimo.
Pensaba en lo fácil que era encerrarme en mi habitación, aquel pequeño universo íntimo, y escuchar programas de radio inauditos y diferentes, aquellos que me hacían sentir transgresora y aventurera... que me hacían aprender mil cosas que luego compartía con unas pocas compañeras, tan soñadoras y locas como yo, en clase.
Pensaba en qué suerte he tenido siempre, a pesar de sentirme vigilada a todas horas,a pesar de sentirme encerrada en una ciudad que yo creía que no podía ofrecerme todo lo que yo "pensaba" que quería...
Qué suerte he tenido.

martes, 6 de octubre de 2009

viernes, 2 de octubre de 2009

Misterios



La vida está llena de misterios. Estoy segura de que para todos, no sólo para mí, aunque a veces me sienta la protagonista de una película de Woody Allen.
Son misterios que hay que saber reconocer; cabos que de repente se atan, personas que no estaban y de repente están... Objetos que aparecen, noticias que se suceden, silencios, ruido... Misterios apasionantes. ¿Quién no bucearía en las últimas razones de las personas felices que te encuentras en la vida? ¿Quién no se pregunta por qué sucede algo de repente, algo que deseabas tanto, algo que pudo ser, algo...?
Si yo digo que una mujer, por amor a su marido, decide esconderse del mundo, y vivir encerrada toda su vida entre cuatro paredes...? ¿Qué pensaríais?
Si digo que esas cuatro paredes son gruesas, antiguas, frías, húmedas... Si digo que decide cortarse el pelo y esconder su cuerpo, sentirse la persona más olvidada del mundo... excepto para su propio marido... ¿Cómo calificaríais el hecho en sí?
¿Machismo?
¿Sadismo?
¿Dependencia emocional?
¿Locura?
Sin embargo, yo conozco a unas mujeres que, por amor, deciden esconderse del mundo para siempre, y amar con un amor infinito que se me escapa de las manos... ¡Qué misterio!
Hoy entré en un Monasterio antiquísimo, en Madrid. Hablé con una religiosa jovencita, que ingresó a los 17 años y despues de 20, ha sido elegida para vivir tres años en el Convento "Mater Ecclesiae", en el interior del mismísimo Vaticano. Nunca ha viajado en avión. Nunca ha salido de España. Nunca pensó que fuera a hacerlo. Y de repente va a vivir en el centro mismo de la cristiandad.
Hay misterios sin resolver en mi vida. No sólo aquellos que tienen que ver conmigo, sino aquellos que conciernen a quienes pasan a mi lado.
Hay algo oculto tras los muros de la realidad que me rodea.
Y lo complicado es que sólo puedo especular. Y esperar...