Cada vez me gusta más esta poesía cotidiana escrita como con café y magdalenas, en zapatillas de andar por casa...
Inexplicable
Yo con mi faringitis, mis andares
de oso de los breñales, un carácter
de oso también, mi mala dentadura,
mis célebres manías, y ya cerca
de los cincuenta y cuatro;
ella con sus medidas insumisas
al canon de Praxíteles, sus patas
de gallo, sus absurdos, sus jaquecas,
su denso palmarés ginecológico
y todos sus etcéteras.
Qué inexplicable, qué misterio que
de nuestras dos imperfecciones salgan
las hondas, las ardientes, las perfectas
noches de nuestro amor.
Miguel D’Ors
3 comentarios:
Que lindo poema!!
Es que estan hechos uno para el otro asi con todas sus imperfecciones. Felices los imperfectos que amandose, son capaces de convertir sus imperfecciones en algo tolerable, soportable, amigable rematandolas con un beso, una sonrisa o un abrazo.
Gracias por este poema de D`Ors que no conocía. Un gusto haber recalado en tu espacio.
Saludos...
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