Tengo unas fotos espeluznantes que muestran dónde estoy viviendo actualmente.
Como la crisis no nos deja vender la casa, hemos pensado en ponerle al mal tiempo buena cara y hacer una reforma estupenda que dejará nuestra casa como el palacio de la Zarzuela por lo menos.
En medio de los escombros, la tierra y el polvo, nuestra televisión se ha quedado sepultada bajo unos prácticos plásticos que venden en todo almacén chino que se precie de ser chino y de ser almacén.
No tenemos lavadora ni lavabo, ni tele ni nada. Tan sólo tenemos unas sillas de terraza y una bandejita con ruedas donde podemos comer. También tenemos la terraza desde donde podemos ver llover, tan ricamente, en tirantes, y escuchar la radio, eso también podemos hacerlo.
La verdad es que tenemos suerte. Suerte porque sin ver la televisión anoche hablamos más que nunca, entre nosotros, y por teléfono, con nuestras familias. Y dormimos mejor que nunca.
A ver si la cocina tirada abajo va a enseñarnos ahora lo que es calidad de vida...
3 comentarios:
Menos mal que es verano ;)
Por lo menos la reforma de tú casa, aumenta la comunicación. ¡No desesperes!
No lo dudes se vive mejor sin tele. Te lo dice uno que vive sin ese aparato desde hace varios años.
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