Llevo dos días en un Congreso de Filosofía. He venido a cubrirlo como periodista, no participo en él. Se trata de una cita importante y arriesgada, elaborada con la mejor voluntad por gente joven y cultísima, amable y entregada a su trabajo. Por eso, y aunque ninguno de ellos llegue jamás a leer este blog (pues no saben que existe), no quisiera despreciar su labor, ni su pasión, que es la Filosofía.
Mi padre es filósofo. Yo misma me he criado entre libros sobre Sócrates, Platón y mil otros nombres más que recuerdo haber estudiado en 3º de BUP y COU.
Sin embargo yo no puedo con la Filosofía. Mis neuronas no vienen programadas para darle vueltas a temas abstractos ni a términos ambiguos, ni a frases construidas con palabras que no utilizo en mi vida cotidiana, y que conste que en mi vida cotidiana tengo un amplio vocabulario, aunque sólo sea por mi trabajo.
Nunca pude entender a las personas que dedican la vida a darle vueltas al mero hecho de darle vueltas a la vida. Mi frase está construida a posta, no es un error gramatical.
Ya digo que no estoy hecha para esto. Lo mío son las frases con sujeto, verbo y predicado. Lo mío son las historias, los cuentos, y los hechos concretos. Podría tirarme días encerrada hablando sobre Historia o Literatura. "Una vez pasó esto", "Érase una vez", o "Hace 50 años..." son las frases que comienzan las historias que yo entiendo. Pero mi cerebro se cortocircuita si me hablan de esencia, de metafísica, de sustancia...
¿Hay alguien ahí, en el espacio exterior, que disfrute de la Filosofía?
Mi padre es filósofo. Yo misma me he criado entre libros sobre Sócrates, Platón y mil otros nombres más que recuerdo haber estudiado en 3º de BUP y COU.
Sin embargo yo no puedo con la Filosofía. Mis neuronas no vienen programadas para darle vueltas a temas abstractos ni a términos ambiguos, ni a frases construidas con palabras que no utilizo en mi vida cotidiana, y que conste que en mi vida cotidiana tengo un amplio vocabulario, aunque sólo sea por mi trabajo.
Nunca pude entender a las personas que dedican la vida a darle vueltas al mero hecho de darle vueltas a la vida. Mi frase está construida a posta, no es un error gramatical.
Ya digo que no estoy hecha para esto. Lo mío son las frases con sujeto, verbo y predicado. Lo mío son las historias, los cuentos, y los hechos concretos. Podría tirarme días encerrada hablando sobre Historia o Literatura. "Una vez pasó esto", "Érase una vez", o "Hace 50 años..." son las frases que comienzan las historias que yo entiendo. Pero mi cerebro se cortocircuita si me hablan de esencia, de metafísica, de sustancia...
¿Hay alguien ahí, en el espacio exterior, que disfrute de la Filosofía?
3 comentarios:
Hola he llegado a tu blog despues de llevar tiempo sin meterme en el mio y retomarlo..,pues si,a m i me encanta la filosofia, la antropologia y la etica como parte de la filosofia. Tambien reconozco que me apasiona la filosofia politica. Una vez lei que a filosofia es el 'arte de la sospecha' en cuanto que busca la verdad, eso es lo que me gusta, buscar la verdad y hacerla saber.
un saludo!
Disfruto con la antropología, sobre todo si el autor tiene la delicadeza de rebajar el nivel para que entendamos los profanos. “Antropología para inconformes” de Juan Fernando Selles me gustó especialmente. Te mandaré por correo electrónico la reseña que hice de su libro.
teoría del conocimiento, qué es sino la manera que tiene el hombre de conocer. Muchos siglos sobre la tierra y tan diversas opiniones sobre este tema. Lo encuentro interesante, pues detrás de cada hecho concreto, de modas y realidades hay una filosofia, una idea que lo mueve, no estaría mal que nos pararmos a veces a pensar qué hay detrás de tantas frases y actuaciones que vemos y vivimos.
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