No sé qué sucede últimamente. Quizá sea el tiempo, demasiado bueno para esta época del año y en este lugar del mundo. Pero la ausencia de nubes me trae sensaciones de una claridad aterradora. Nada más llegar a Asturias, empezé a notar cómo mi mente corría mientras mi cuerpo permanecía quieto. Yo quería ir deprisa hacia muchos sitios, pero la realidad me mantenía pegada a las mismas cuatro calles de cuando era pequeña.
Realmente estaba parada, no sólo en el sentido más real de la palabra, sino también en el de la imaginación. Estoy acostumbrada a trabajar desde que tengo 19 años. Los periodistas no tenemos más remedio que empezar prontito, si queremos labrarnos un futuro, un nombre y una buena agenda. Ésta era la primera vez que realmente no tenía vida laboral, y vaya, fue más impactante de lo que esperaba.
Es una sensación que permaneció tan sólo dos días. Así que no me dio tiempo a preocuparme.
María me rescató del paro y me mantiene más activa que nunca.
Pero nunca olvidaré mi sensación. Aunque no me gustó mucho la película, y menos aún el carácter pasivo y no sé si rencoroso de algunos de sus protagonistas, a veces me acuerdo de "Los lunes al sol".
1 comentario:
me gusta mucho tu blog
hacía mucho que no me pasaba pq no me había dado tiempo.
hoy lo he retomado y me encanta volver a leerte.
me gusta asturias, soy gallega, asi que supongo que en cuanto a paisaje y esas cosas comprendo la maravilla que es
disfruta y descansa de vez en cuando que es tb muy importante
un besazo
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