Cuando pensé en escribir un blog, creí que sería interesante describir a las personas y las historias con las que me encontraba todos los días, en el metro, camino del trabajo. Hace un tiempo, pude sustituir al metro por el mar y las montañas. Pero la gente sigue ahí, y las ganas de contar historias, reales o no, también.
lunes, 22 de junio de 2009
Juan y Juana
Este fin de semana han sido las fiestas de mi barrio. Las fiestas de "Juan y Juana". ¿Y quiénes son esos?, pues llego a la conclusión de que son la versión laica de San Juan. (Mi barrio es de Izquierda Unida). El resultado: dos paisanucos que no existen, pero que son él y ella, y ello, si hace falta, a los que se les hace una fiesta por el mero hecho de llamarse Juan (o Juana, o Juane). Dicho con todos mis respetos, que lo primero es el "talante".
Juan y Juana se han pasado de juerga el sábado hasta las 3 de la mañana. Mi casa retumbaba con los grupos de percusión y de hip-hop, y a pesar del calor nos vimos obligados a tener las ventanas cerradas. Tengo la suerte de que mi niña es una ceporra de categoría, y siguió durmiendo espatarrada (literalmente, ya me gustaría poder decir otra cosa más fina) en su cunita.
Cabe destacar el greatest hit de la noche, interpretada por el grupo de hip-hop. De título, supongo, "Cabrones", pues era la única palabra que se entendía y que fue repetida durante unos 7-8 minutos. Qué bonita balada.
Cabe destacar que la menda, de sangre leonesa y criada en Asturias (para que uno se haga cargo de las raíces, de órdago), llamó a la policía a las 12:30 de la noche. Tanto derecho tienen unos de divertirse, como otros de descansar.
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1 comentario:
Tengo una amiga que en estos casos llega a insultar desde la ventana de su casa.
No creo que valga la pena ¡es mejor comprarse unos tapones y un ventilador!
Mucho ánimo que no será la última del verano y da gracias de que la chiquilla tenga ese sueño tan envidiable.
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