Sucedió a la puerta de una iglesia. Mi marido y yo salíamos apresurados porque la pequeña María comenzaba a llorar de hambre. Entonces me paró una joven rumana; no tendría más de 18 ó 19 años.
-Perdone, señorita, no se preocupe, no voy a pedirle dinero -hablaba español muy bien.
Nos paramos, entre extrañados y temerosos... ¿qué quería pedirnos? Reconozco ser una ignorante de las costumbres y la forma de ser de estas personas, pero de entrada me muestro reservada con ellos, no lo puedo evitar. Pero la chiquilla me sonreía.
-¿Podría usted darme ropa de niño de un año de edad? Tengo un hijo pequeño...
Señalaba al carrito de María, suponiendo que tendríamos ropita para darle.
-Pero mi hija es muy pequeñita, tiene tan sólo un mes y medio... no tengo ropita para niños de un año...
Ella puso una expresión de tristeza, y yo le intenté explicar que podía hablar con el párroco para que desde Cáritas parroquial le ayudara, pero veía claramente que eso no iba a suceder: ni siquiera parecía estar entendiéndome.
Al final me acordé de que mi suegra guardaba un montón de ropa de mi marido y su hermano cuando eran pequeños, así que, después de consultarlo con ella por teléfono, le dije a la jovencilla que en breve le daríamos una maleta con ropitas.
Antes de irme, le pregunté si estaría allí al día siguiente. Me dijo que sí, que se quedaba allí todos los días.
¿Y cómo te llamas?
"María", me dijo, custodiando la puerta de la Iglesia, al día siguiente de Navidad.
"Toma ya", pensé yo.
6 comentarios:
Me parece genial lo que hiciste, a tu suegra ya no le servía esa ropa para nada y a ese niño de María le va ser de gran utilidad. Es mucha la gente que sufre a nuestro alrededor y hacen faltan más gestos como el tuyo en nuestro dia a dia, gracias a Dios todavía queda gente buena que no se cruza de brazos ante el sufrimiento de los demás.
P.D.Me gusta mucho tu blog, con tu permiso pongo un enlace en el mio.
es como un "cuento de Navidad" ... dulce.
luis
Hola, acabo de conocer tu blog, y me parece sincero, e íntimo.
Gracias por estas historias de la vida que cuentas.
Un abrazo. Y me enlazo, con tu permiso.
Soy yo de nuevo. No sé como enlazarme. Así que lo dejo estar. Un saludo.
Feliz 2009 xa ti y tu familia!
Saludos
A veces nos acostumbramos a verlas en la puerta de las iglesias y también, a veces, como te ha pasado a ti, nos mostramos reservados con ellas.
Solo dos palabras y una se da cuenta de que son como nosotras pero hay que dar el paso.Gracias ...lo voy a intentar.
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